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El nuevo parque de Santiago que deslumbra

Hasta hace no mucho tiempo fue un basural. Hoy es una de las áreas verdes de mejor nivel en Santiago. No sólo eso. Seiscientos nuevos departamentos con vista al flamante parque evidencian una notable mejoría en el estándar de las viviendas sociales. Algo potente está sucediendo en la comuna de Cerro Navia.

Era lo que se conoce como un pasivo ambiental. Una verdadera depresión geográfica que se usaba como depósito ilegal de escombros y residuos De ahí su nombre: La Hondonada. Pero hoy, después de años de esfuerzo, de inversión estatal, de coordinación entre organismos públicos, se ha transformado en un fantástico parque inundable, un lujo de área verde pensada para el esparcimiento, la recreación, la actividad social, el deporte y el goce del tiempo libre.
Hay que verlo y caminarlo para entender su magnitud y el impacto que ya está teniendo en Cerro Navia, donde se ubica, y en Pudahuel, comuna cuyo límite está muy cerca, que también recibe sus beneficios ambientales y de uso. Son 25 hectáreas y 3,4 kilómetros de longitud. El equivalente a 40 canchas de fútbol. Casi el mismo tamaño del Parque Bicentenario de Vitacura. Un espacio de altísima calidad que combina un skatepark, grandes explanadas de pasto, paseos arbolados, plazas temáticas de distintas dimensiones, zona de picnic, un gran anfiteatro al aire libre, juegos infantiles, una zona para actividades mapuches, ciclovías, miradores, cuatro canchas grandes de fútbol y diez multi canchas donde se puede jugar básquetbol.

Y no es un esfuerzo aislado. El Parque La Hondonada (también conocido como Río Viejo) es uno de los siete parques urbanos construidos en los últimos cuatro años producto de un trabajo del Serviu y el Gobierno Regional para que más barrios y comunas puedan disfrutar su ciudad. A eso se suma que “al costado se construyeron viviendas de gran estándar para familias vulnerables. Y hay que agregar dos canchas de arena para vóleibol playa, las que junto con otra en Maipú son las únicas gratis de todo Santiago”, explica Alberto Pizarro, ex director del Serviu. Se trata de 600 departamentos de 55 metros cuadrados, casi el doble de una vivienda social promedio. Edificios con espacios comunes, con sedes vecinales y con una maravilla de parque frente a sus ventanas que, además, se transforma en un nuevo pulmón verde para Santiago.
La inversión en el parque fue de diez mil millones de pesos e incluyó un colector primario de aguas lluvias, pues se trata de un parque inundable, al igual que el que existe en el ex Zanjón de la Aguada. En total, diez años de trabajo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) en la zona para lograr un nuevo estándar de viviendas y áreas verdes en Santiago.
La historia, eso sí, es más antigua, Durante mucho tiempo, la ex alcaldesa de Cerro Navia, Cristina Girardi, que dirigió la comuna entre 1996 y 2008, tuvo en carpeta el proyecto de un parque inundable para su comuna. “El proyecto, que fue presentado por primera vez al entonces ministro de obras públicas Ricardo Lagos, fue dejado de lado en varias oportunidades. Sin embargo, la propuesta toma hoy nuevamente fuerzas, ya que se transforma en una de las principales alterativas para compensar la contaminación y mala calidad de aire que reciben, gracias a toda la ciudad, las comunas de Cerro Navia y Pudahuel. Ambas comunas sobrepasan los 500 puntos en el Índice de Calidad del Aire Particulado (ICAP), y en el límite de ambas, el sector La Hondonada, existe un antiguo brazo del río Mapocho utilizado anteriormente para extracción de áridos, transformado hoy en un basural que tapa los colectores existentes e inunda las poblaciones vecinas en invierno”, contaban en el sitio Plataforma Urbana en el año 2008.

Es por eso que este parque y sus respectivas nuevas viviendas sociales producen una satisfacción triple: se levanta un área verde de lujo para población vulnerable, se entregan departamentos de mucho mejor nivel que en el pasado y se compensa con estas 25 hectáreas la injusta distribución del aire que se respira en esa parte de la ciudad.
Y hay otro factor. Quizá el más importante. ¿Es posible imaginar el cambio en la calidad de vida para los habitantes que llevan décadas viviendo en los alrededores, poblaciones y villas del área como La Alianza, El Montijo y Villa Libertad en la parte norte; y Santa Teresita, La Estrella y San Andrés hacia el sur del sitio; que antes limitaban con un sitio eriazo que por años fue basural clandestino así como foco de delincuencia? Residuos químicos, roedores, un espacio de nadie que era foco de enfermedades y de serios problemas medioambientales. Eso era antes. Hoy, La Hondonada es un ejemplo de cómo convertir una ciudad desigual en una urbe más justa, equitativa y que produzca orgullo en sus habitantes.

Un hito de buenas políticas públicas y una de las dos formas de combatir la ciudad segregada: así como debemos lograr comunas mucho más heterogéneas en cuanto al nivel socioeconómico de sus vecinos, es decir, necesitamos mezclarnos y aprender a vivir juntos pobres y ricos; también es indispensable que hagamos esfuerzos cada vez mayores para mejorar sustancialmente los espacios públicos y la infraestructura de viviendas en los sectores más desfavorecidos. Sólo así podremos considerarnos todos ciudadanos, sólo así tendremos la posibilidad de alcanzar el tan anhelado “desarrollo”.