Santiago tiene 26 cerros isla ubicados dentro de su área urbana. Y más de sesenta en toda su área metropolitana. Un regalo geográfico que ya se quisieran otras capitales del mundo. Desde el Santa Lucía hasta el Renca, desde el Parque Metropolitano hasta el Chena, aquí te mostramos una selección de estos cerros rodeados de ciudad que hay que conocer, valorar y proteger.
Cerro Santa Lucía
Tiene una altura de 70 metros y sus siete hectáreas están destinadas íntegramente a su función de parque urbano. Ubicado en pleno centro de Santiago, sorprende a los turistas. “Una de las visitas que realizó la artista islandesa Björk durante su permanencia en Santiago, en marzo de 2012 -en el marco de su participación en el festival Lollapalooza-, fue al cerro Santa Lucía, lugar donde estuvo pocos minutos, tras constatar el asedio de los paparazis. Según registros de prensa, la intérprete quedó impresionada con la presencia de un cerro con acceso al público, situado en medio de la ciudad, y quiso conocerlo”, escribe Lorena Leiva en La Tercera. Es el cerro isla por excelencia y uno de los pocos que están fijados en la conciencia del santiaguino. Pero no es una excepción, sino que parte de un fantástico “fenómeno” geográfico de nuestra capital.
Cerro Renca
Es uno de los tres cerros isla más altos y más grandes de Santiago, sólo superado por el cerro Lo Aguirre (Pudahuel) y el Chena (San Bernardo). Tiene una superficie de 880 hectáreas y “corresponde al conjunto de varios cerros: el Renca, Colorado y Lo Ruiz, además de dos menores llamados Cerro La Cruz y Las Perdices; sin embargo, dada la proximidad de este conjunto de cerros, el Renca se concibe como una sola unidad”, explican en www.santiagocerrosisla.cl, una organización sin fines de lucro que busca valorizar, integrar y aprovechar los elementos naturales del paisaje para mejorar la calidad de vida de nuestra ciudad. En 1987, con motivo de la visita del papa Juan Pablo II, se eligió la cima del cerro Renca para instalar una cruz blanca que se conserva hasta hoy. Famoso también por el “Renca la lleva”, su nuevo alcalde acortó el letrero a “Renca”.
Cerro San Luis
Ubicado en el barrio El Golf, tiene la misma altura que el Santa Lucía: 70 metros y poco más de seis hectáreas de tamaño. En 1946 fue loteado por su dueño, Oderigo Massini, en paños de 20m de frente por 30m de profundidad. Allí se han construido casas con la firma de grandes arquitectos. “Destaca la Casa Cortés de los arquitectos Jorge Costabal y Ramón Alfonso Méndez; la Casa Leclerc de Pérez, Valderrama y Meza; la Casa Bechmeier del arquitecto Pablo Hegedus; la Casa Grez de Carlos Alberto Cruz Claro; la Casa Balada de Ramón Alfonso Méndez; la Casa Figueroa de Mario Recordón y Alberto Sartori”, explican en el sitio web de Santiago Cerros Isla. Su ladera norte se mantiene inalterada por ser propiedad del Club de Golf Los Leones.
Cerro Blanco
“Cuando una niebla espesa recubre como una capa todas las partes inferiores del país, los blancos vapores que ruedan por los barrancos representan, hasta causar asombro, otra tantas bahías y abras pequeñas, mientras que aquí y allá una solitaria colina que surge de la niebla semeja a una antigua Isla. El contraste de esos valles y hoyas llanas con las irregulares montañas que les rodean da al paisaje un carácter que no he visto hasta ahora en otra parte y que me interesa en gran manera». Eso escribió Charles Darwin en “Viaje de un naturalista alrededor del mundo”. Gran reflexión para hablar de cualquiera de estas 26 joyas santiaguinas. Como el cerro Blanco, que se ubica en Recoleta y tiene un fuerte sentido espiritual. Fue centro ceremonial de pueblos originarios y luego Inés de Suárez construyó allí una ermita. Fue también cantera -de piedra blanca- para la construcción del puente Cal y Canto. Desde 1990 es Monumento Nacional y se ha transformado en un importante espacio para comunidades mapuche y otras etnias.
Cerro Chena
En agosto de 2014, la Intendencia Metropolitana abrió el concurso “Iniciativas para cerros isla en la Región Metropolitana” con el objetivo de elegir un cerro isla según su impacto social y territorial, para así acoger un parque de carácter metropolitano que beneficie a los habitantes de las comunas cercanas y a toda la ciudad. El ganador fue el cerro Chena de San Bernardo, que se ubica entre la comuna de San Bernardo y Calera de Tango, al lado de la Autopista Central. Todo parece indicar que este gran cerro (1390 hectáreas y una altura de 480 metros) será el tercer parque metropolitano en altura, junto al Santa Lucía y el Metropolitano. El Chena, además, fue uno de los primeros promontorios sagrados. Estudios demuestran que hubo allí un Huaca, espacio de valor sagrado para los Incas.
Cerro San Cristóbal
El San Cristóbal es uno de los tres cerros que conforman el Parque Metropolitano, junto al Chacarillas y Los Gemelos. Si bien configuran un sistema inmediato a la Cordillera de los Andes que parece más una península que una isla, el hecho de que el San Cristóbal esté totalmente rodeado de urbe hace que se le considere un cerro isla. Es parte de las 737 hectáreas del Parque Metropolitano, el cuarto más grande del mundo y el más extenso de Latinoamérica. Y tiene la segunda cima más alta al interior de valle, con 879 msnm. Fue la gran cantera para construir Santiago en el siglo XVIII y XIX, hasta que hace justo un siglo, en 1917, se decide su suerte como parque urbano. Algo que ocurrió cuando el Intendente Alberto Mackenna y el senador Pedro Bannen iniciaron la gestión para expropiar los terrenos que lograrían sellar ese feliz destino.