25 años. Eso acaba de cumplir el Museo a Cielo Abierto de Valparaíso, un fantástico proyecto de arte público más conocido por turistas extranjeros que por chilenos. Ubicado en el cerro Bellavista, incluye obras de algunos de los más importantes artistas contemporáneos de nuestro país. Y la lista es larga, pues se trata de veinte murales distribuidos a lo largo de ese cerro. Fáciles de encontrar, están numerados y hay varios planos ubicados en estructuras hechas especialmente para que los visitantes puedan hacer una ruta-paseo muy recomendable. Todo parte con el trabajo de Mario Carreño y Gracias Barrios, ambos ubicados en la Subida Pasteur, muy cerca del Ascensor Espíritu Santo (nivel Plano). Por esa misma subida aparecen más arriba los muros de Eduperto, Eduardo Pérez, Matilde Pérez, Eduardo Vilches y Ricardo Yrarrázabal. Si uno se acerca al Ascensor Espíritu Santo (nivel cumbre), ahí están los trabajos de Rodolfo Opazo, Roberto Matta (actualmente tapado por obras en las cercanías), Mario Toral y Ramón Vergara Grez. Luego, por la calle Rudolph, te encuentras con las pinturas en muro de Francisco Méndez, Roser Bru, Sergio Montecinos, Nemesio Antúnez, José Balmes, Guillermo Núñez, Augusto Barcia y, finalmente, con el mural número 20, pintado por los alumnos del Instituto de Arte de la U. Católica de Valparaíso en 1969, la verdadera génesis de esta cruzada cultural.